En los últimos años las mujeres llevado sus
capacidades y conocimientos hacia nuevos niveles de progreso. Y las argentinas
no son la excepción. En un estudio realizado por la Unidad de Inteligencia Económica de
TheEconomistse determinó que las mujeres argentinas ocupan el primer lugar en
la región en esperanza de vida escolar, vale decir, que tienen menores niveles
de deserción.
Este dato nos sólo nos influye como comunidad sino
que el país logra beneficiarse también de esta fuerza productiva. La educación
sigue siendo una de las herramientas más importantes para una sociedad en
desarrollo. Tal como lo explica Suzanne Fallender, directora de Global
Girls&WomenInitiative en Intel, "hoy en día 66 millones de niñas no
van a la escuela en todo el mundo, debido a una serie de barreras, ya sea
financiera y/o cultural. Pero sabemos que los potenciales beneficios sociales y
económicos de la reducción de este número son significativos. Cuando un 10% más
de las niñas van a la escuela el PBI de un país puede aumentar en un 3%"
Para las mujeres que viven en los países en
desarrollo, Internet puede ser una puerta de entrada a una serie de beneficios
tangibles, como las oportunidades de trabajo y educación, y beneficios menos
tangibles, tales como la confianza y la autoestima. En este contexto, un estudio
realizado en Argentina revela que el 63% de las mujeres considera importante
contar con una computadora en el hogar para trabajar, mantenerse informada o
bien para poder utilizarla en la educación de los niños o de ellas mismas.
Y cuando una mujer está enfocada en progresar tiene
un efecto multiplicador que influye positivamente en aquellos que la rodean.
Como es el caso de SusanneFallender, “En Intel, yo trabajo en un conjunto de
programas y alianzas destinadas a empoderar a las niñas y las mujeres mediante
la educación y la tecnología. También estamos organizando eventos sobre empleo
en la comunidad y participando de en una serie de conferencias para discutir
sobre la situación empresarial para invertir en las niñas y las mujeres.”
En esta economía cada vez más global, Intel reconoce
que la curiosidad, el pensamiento crítico y una base sólida en matemáticas y
ciencias son necesarios para la fuerza laboral del futuro para competir por los
puestos de trabajo de alta tecnología del siglo 21. Tan sólo en la última
década, Intel y la Fundación Intel ha invertido más de mil millones, y los
empleados de Intel han donado cerca de 3 millones de horas de trabajo
voluntario para mejorar la educación en más de 60 países.Asimismo, en
colaboración con diversas ONGs, Gobiernos y Empresas, Intel estuvo presente en diversos eventos, conferencias y congresos de
Educación y de Responsabilidad Social Empresaria.
En 2013 se capacitaron más de 2000 docentes con el
programa Intel® Educar a través de diferentes iniciativas presenciales en las Provincias de Neuquén, Santa Fe,
Córdoba, San Luis y Mendoza, Entre Rios, Misiones. Y con Intel® Aprender se
capacitaron más de 500 jóvenes el año pasado.
Pero esto es sólo un aporte más. Habrá que continuar
fomentando la educación en todos los sectores y aprovechar el empuje de las
mujeres por construir una mejor calidad de vida y contribuir así a un mundo
mejor.
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